www.latercera.com 18/11/2012
Expertos de EE.UU. y Turquía investigarán la veracidad de la guerra descrita en la Ilíada.
Es una de las ciudades más famosas de la historia antigua. Troya, cuyo origen en el actual territorio de Turquía se remonta al 3.000 a.C., fue inmortalizada por Homero en su poema épico Ilíada, en el siglo VIII a.C. y que describía la etapa final del asedio de 10 años al que fue sometida la urbe por parte una coalición de estados griegos. La ciudad y su guerra, que según el mito fue gestada por el rapto de la esposa del rey de Esparta a manos de Paris de Troya, e involucró el uso de un gigantesco caballo de madera para infiltrar soldados, permanecieron como parte del imaginario por siglos, hasta que el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann encontró sus ruinas en el siglo XIX.
Pese a ser considerada por los científicos como un punto clave para el desarrollo de la civilización, debido a su ubicación e historia, hasta hoy menos de la quinta parte de su superficie ha sido excavada. Por ese motivo, la U. de Wisconsin-Madison (EE.UU.) acaba de anunciar que en 2013 efectuará la expedición más ambiciosa realizada hasta ahora en el lugar.
Mediante sofisticadas tecnologías de prospección y análisis de restos, el proyecto -que tendrá la colaboración de la U. Çanakkale Onsekiz Mart, ubicada cerca de las ruinas- pretende responder varios enigmas de esta ciudad, que estuvo habitada durante casi 4.500 años, desde la Edad de Bronce hasta el siglo XIII d.C. Quiénes fueron los habitantes prehistóricos de esta urbe compuesta por 10 ciudades sobrepuestas, cómo operaba realmente su lenguaje y cómo vivían sus habitantes son sólo algunas de las interrogantes que se esperan resolver.
William Aylward, arqueólogo de Wisconsin-Madison, señala que tras la destrucción de Troya a fines de la Edad de Bronce-evento que en realidad habría sido producto de un conflicto desatado en el siglo XI a.C. por parte de griegos micenos-, la zona fue recolonizada por griegos y romanos, además de presenciar la visita y la influencia cultural de conquistadores como Alejandro el Grande y el general persa Xerxes, principal enemigo de los espartanos en la famosa batalla de las Termópilas.
“Troya es un punto clave de la civilización occidental. Nuestra intención es añadir nuevas capas de información a lo que ya sabemos de la ciudad”, explica Aylward en un comunicado de prensa de su universidad.
Cementerio real
Entre los objetivos de los científicos se cuenta determinar la ubicación del cementerio real de Troya, el cual sigue sin ser descubierto. Además, se espera encontrar más antecedentes prehistóricos de la escritura que se empleaba en Troya, ya que hasta ahora el único indicio conocido es un pequeño sello metálico de la Edad de Bronce. El objeto fue hallado en 1995 y en una de sus caras tiene el nombre de un escriba redactado con jeroglíficos luwianos, ligados comúnmente a los hititas, un pueblo de Asia Menor.
Los expertos también esperan aplicar técnicas de arqueología molecular, incluyendo secuenciación de ADN y análisis de proteínas para estudiar restos humanos y animales, además de residuos en vasijas y antiguas cocinas. “La persistente pregunta sobre la certeza histórica de la guerra de Troya también es digna de una exploración más a fondo”, afirma Aylward.