María José Atienza | Irún www.diariovasco.com 27/03/2010

El descubrimiento viene a confirmar el plano hipotético de la civitas de Oiasso.

El Ayuntamiento de Irun confirmó ayer, tres días después del hallazgo, la aparición de restos de época romana (siglo I) en la excavación arqueológica que se está llevando a cabo en la rotonda de la plaza de San Juan, en pleno centro de la ciudad. El movimiento contínuo del personal de Arkeolan y la paralización, en ese punto concreto, de las obras del aparcamiento subterráneo que se realizan en el entorno de la Casa Consistorial, no indicaban otra cosa. «Se ha descubierto un depósito arqueológico de época romana», confirmaban ayer desde el Ayuntamiento.

La arqueóloga Pía Alkain, encargada de la excavación, «ha reconocido una zona de cierta amplitud, en la que se suceden varias capas de tierra sobre las arcillas naturales del terreno. La capa más antigua presenta una gran densidad de materiales romanos, sobre todo de tipo cerámico. Hay abundantes platos y cuencos de sigillata (la vajilla de mesa característica de los romanos), procedentes del centro alfarero de Montans -cerca de Albi, (Francia)- que se datan a mediados del siglo I de nuestra era».

Las catas arqueológicas comenzaron el pasado verano, al mismo tiempo que la obra de reurbanización del entorno de San Juan. Los arqueólogos no esperaban un hallazgo espectacular en una zona históricamente muy removida, en la que se ha construído, destruído y vuelto a construir, pero han mostrado su satisfacción por el hallazgo, ya que los restos que acaban de aparecer vienen a confirmar la hipótesis sobre el plano de la ciudad romana que maneja Arkeolan.

La civitas de Oiasso
Según la reconstrucción que se hace de Oiasso, el asentamiento, que vivió su época de esplendor entre los años 70 y 150 de nuestra era, tendría una extensión de unas 15 hectáreas y ocuparía la parte alta de la colina de Beraun. La zona residencial se distribuiría en manzanas regulares en un espacio aterrazado, cuyo plano se iniciaría, al sur, en el cambio de rasante entre las calles Prudenzia Arbide y León Iruretagoyena y continuaría hasta el borde de Beraun. Todos los hallazgos de restos romanos realizados hasta la fecha se habían concentrado en la zona norte. El descubrimientos de la rotonda de San Juan es el primero de la zona sur y confirma las previsiones realizadas por los arqueólogos.

«Oiasso no era Londres ni Tarragona, pero era una ciudad media», explica Mertxe Urteaga, directora del Museo Oiasso y del proyecto de la excavación del entorno de San Juan. «Cuando la obra comenzó, lo que nosotros buscábamos, como mucho, era alguna bolsa de sedimentación. Era lo máximo a lo que podíamos aspirar, porque ésta es una zona muy removida. No pensábamos que íbamos a encontrar ningún edificio, sino alguna ‘lenteja’. Esa ‘lenteja’ ha aparecido justo en la rotonda de la plaza, quizá porque la propia rotonda la ha protegido. El relleno, aquí, es de mayor espesor».

Los restos hallados, en palabras de Mertxe Urteaga, son «unos buenos pedazos de platos y cuencos de vajillas de mesa del siglo I, además de vidrio. Luego, por encima, hemos encontrado sedimentos de época medieval y posterior. Encontrar esto ha sido una suerte que justifica todo el trabajo anterior».

La excavación «no impedirá que la reurbanización de la plaza siga adelante», señaló ayer el delegado de obras Miguel Ángel Páez. «Por el momento, no hay ningún problema para compatibilizar la actividad arqueológica en este punto concreto con el resto de la obra».

La excavación: Se sitúa en la rotonda de la plaza de San Juan, ante el edificio del Ayuntamiento. Las catas arqueológicas vienen realizándose desde el pasado verano, cuando comenzó la obra de urbanización del entorno.
Restos hallados: Platos y cuencos de cerámica sigillata procedentes del centro alfarero de Montans (Francia), que se datan a mediados del siglo I de nuestra era.